
Todo el mundo tiene una lista de sueños por cumplir o cosas por hacer en esta vida, por ejemplo: hacer puenting. Yo lo he hecho y no os lo aconsejo, sobretodo a los tíos. Lo digo por vuestro bien, porque conozco tíos a los que parece que les ha bajado la regla.
Bien, pues yo en esta lista tengo puesto que quiero ser rey. No sabía que hay que estudiar para ser rey, pues comencé mirando a ver si existían carreras como monarquiología o antirepublicanología, pero parece que no existen, así que, me apunte a periodismo. ¡Qué ostias! ¿Si Felipe se casó con una periodista por qué no lo va hacer Leonor?
Así que soy universitario. Me siento bien. La vida del estudiante no es tan dura como la pintan. No penséis que no se hace nada, porque estar en la cafetería tiene su curro. Tienes que tener una agilidad fuera de lo normal para subir a la primera planta, porque las escaleras están llenas de papeles, colillas, latas y un largo etc. Esto no sería tan difícil de no ser por el humo. Cierto es que esta prohibido fumar, pero hay una cantidad de humo impresionante, parece que hubiesen estado allí el indio de los Village People y Toro Sentado haciendo señales de humo, es que parece niebla.
Mi solución, es ir agarrado a la barandilla, porque sino puede que sin querer cuando te des cuenta hayas salido de la cafetería. Otra solución, es darle la mano al de al lado, aconsejo hacerlo fuera, porque sino puede que se la des a un desconocido y luego surgen malos entendidos.
Cuando llegas a la primera planta hay que escoger una mesa, es más difícil que decidir a quien nominar en Factor X. Lo único que miras es cual de las que están libres tiene menos mierda. Te pones a observar detenidamente y llegas a la siguiente conclusión: la de la esquina tiene tres palmos de mierda, pero tiene un pintxo de tortilla de hace tres semanas con unas moscas como ratas de grandes sobrevolándola; la del centro llega a los cuatro palmos de mierda y tiene un sándwich de jamón york y queso al que ninguna mosca se acerca, porque parece que se mueve y puede ser peligroso; después miras a la derecha y ves una que la esta limpiando el camarero, es decir, reducirla a dos palmos de mierda, puedes observar como un rayo de luz ilumina la mesa como si de una ilusión óptica se tratara, para ti eso es algo soñado, algo impensable desde el primer momento en el que entraste, y te lanzas a toda velocidad sin esperar a que el resto de tus compañeros te sigan, cuando creías que no se te iba a escapar... resbalas con una monda de plátano y caes al suelo. Cuando recuperas el conocimiento te das cuenta de que te han quitado la mesa y te tienes que conformar con la mesa del pintxo de tortilla.
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